Un muchacho va al encuentro de un gran maestro sufi y le dice:
"Maestro, mi confianza en Dios es tan grande que ni siquiera até mi camello allá afuera.
Lo dejé a la providencia de Dios, al cuidado de El"
Y el maestro sufí le dijo:
"¡Vuelva y ate su camello al poste! No es necesario molestar a Dios con algo que usted mismo puede hacer"
Autor desconocido.
lunes, 15 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario